miércoles, 28 de diciembre de 2011

Al fin llegó el espíritu navideño!

Y qué hacía falta para que llegara el espíritu navideño? El árbol, por supuesto!

Ese miércoles temprano en la mañana salí raudo para el centro de Santiago, ya que el árbol de navidad llegaba por encomienda, en la valija de un bus. Los que se pregunten por qué nos trajimos el árbol (tomándonos tantas molestias) en lugar de comprar uno nuevo aquí, les puedo contestar que no entienden nada de la vida, que no tienen corazón y que ojalá se mueran solos y apestados.-

El viaje de ida fue a través de la ya conocida combinación bus – metro y la vuelta fue en taxi. Qué aprendí? A no tomarme un taxi en horas pico, es de muy pelotudo, sale caro y más de una vez me vi tentado a bajarme del taxi y caminar una cuadra para tomarme otro más adelante … a partir de ahí los mandados que tenga para hacer los programo para evitar el atasco de tránsito (o "taco" como lo llaman aquí) y recomiendo a cualquiera que venga hacer lo mismo.-

Una vez en casa y luego de un viaje interminable me dediqué a dormir una siesta y laburar mientras esperaba a mi mujer. Cuando llegó nos dedicamos a la tarea que define estas fechas y que te mete el espíritu navideño hasta por el recto: armar el árbol; tarea en la que cada vez tenemos más experiencia y que nos da mejores resultados:

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