martes, 27 de diciembre de 2011

Children of Bodom

Lo prometido es deuda así que va el relato del toque de COB, el cual comienza una vez terminada las tareas de amo de casa, luego de bañarme y luego de averiguar bien en internet cómo hacía para llegar, que no era fácil, recuerden que estaba sólo y hacía menos de una semana que estaba en Santiago.-

Así que luego de investigar el tema traslado (1) me decidí a ir caminando hasta el metro, idea que abandoné a mitad de camino porque debí volver ante el olvido de la entrada (algo común en mí). Así que luego de hacer la combinación bus – metro (donde ya había metaleros con remeras de COB), encaré una larga caminata hacia el teatro donde extrañé a los compañeros de toque, dado que la caminata hacia el recinto siempre ha sido una tradición y más aún los extrañe ya que al llegar no tenía con quien tomar cerveza y dado lo raro que podía sentirme tomando afuera solo me metí al teatro recitando el consabido "a cagar".-

Una vez dentro me imaginé que sería como estaba acostumbrado y sólo venderían refrescos y alguna boludez más, pero no, me equivoqué (como ya estaba acostumbrado desde mi llegada a Chile) y no sólo vendían cerveza en un mostrador, sino que los repartidores pasaban con las bandejas repletas de cerveza dentro del recinto. Una verdadera fiesta donde incluso se permitía fumar dentro (2).-

Ya resuelto lo principal, me dediqué a ver el lugar de tan difícil nombre para uno (cuesta aprendérselo incluso) y verdaderamente está muy bueno y vi porque rompieron tanto las pelotas los metaleros chilenos con que había que cambiar el lugar para que fuera ahí. Van fotos.-

Vista desde el centro hacia la izquierda:


Vista desde el centro hacia la derecha:


Vista desde el centro hacia atrás:


La consola, pequeña como siempre:


El escenario visto desde la izquierda:


El escenario visto desde la consola:


La consola con el acostumbrado finlandés:


Detalle de un finlandés que se pasó todo el toque con una Tablet navegando en Facebook:


Nuevamente el escenario con más gente en el Caupolicán y a punto de empezar (yo ya contaba con 4 cervezas en mi haber, así que imaginen que pasó un buen tiempo entre mi entrada y esta foto):


Finalmente se apagaron las luces:


Arrancó la intro:


Y aparecieron los muchachos de COB y arrancó con todo:


La verdad que el toque estuvo increíble y la setlist estuvo muy bien elegida porque en ningún momento bajó de intensidad ni hubo momentos de aburrimiento, la interacción de la banda con el público fue mínima y COB se dedicó a tocar y a meter como locos. Primera vez que los veo y repetiré cuando vuelvan (espero que en el mismo lugar) porque verdaderamente dejan todo los tipos en el escenario. Transcribo la setlist del toque:

- Shovel Knockout.
- Are You Dead Yet?
- Not My Funeral.
- Kissing The Shadows.
- Living Dead Beat.
- Roundtrip To Hell And Back.
- Children Of Bodom.
- Deadnight Warrior.
- Hate Me!
- Sixpounder.
- Blooddrunk.
- Angels Don't Kill.
- In Your Face.
- Hate Crew Deathroll.

Encore:
- Bodom After Midnight.
- Downfall.

Y ahora van más fotos. Éstas fueron desde mi cómodo lugar al lado de la consola:




Ésta fue luego de "Are You Dead Yet?", tema en el cual me arrimé al pogo:


En cierto momento del toque me disfracé de joven y me arrimé bastante al escenario, en un lugar estratégico y amplio entre el apretuje de adelante y el juvenil pogo. Un lugar que hizo del toque un placer para los sentidos:












Un verdadero espectáculo. Las siguientes fotos son del mosh pit que se armó en (tomados por reloj) cuatro segundos apenas comenzó el encore:




Y la foto final donde los caballeros de COB se despidieron:


Al terminar (22:30) salí rápido para poder llegar al metro que, supuestamente, cerraba a las 23:00 (en eso que metía pata como loco me acordé del manso, que consideraba ejercicio caminar al lado mío). Llegué 22:45’ para ver la preciosa reja al final de la escalera de la estación. Qué hacer? Habrá que meter taxi, pensé, pero dada mi condición y acento extranjero soy un gran candidato al paseo, máxime teniendo en cuenta todas las recomendaciones recibidas hasta el momento sobre lo ladrones que son los chilenos y más aún los taxistas chilenos, que son como el diablo en calzoncillos. Igualmente, estaba cansado y no iba a patear todo ese tramo, así que me subí en el primer taxi que me paró (que fue el primero, se ve que no discriminan por apariencia aquí) y fue conversando alegremente de fútbol con el taxista, el cual luego de pasarse una cuadra de la esquina que le indiqué se disculpó y quiso cobrarme 2 lukas en lugar de las 2 lukas y media que marcaba el viaje. "Y estos son los chorros de los que hay que cuidarse?" me pregunté. Más que contento le dejé 3 lukas y me dirigí feliz a terminar el día (con una Kunstmann, claro está).-

Hablando de delincuentes y de que hay que cuidarse no voy a mentir y, verdaderamente, tuve varios reparos antes de usar el celular para sacar fotos, ya que a uno lo terminan asustando con los cuentos de que el chileno es ladrón. "Pero antes que nada son metaleros", me dije (ese día hablé mucho conmigo mismo) y efectivamente el metal es igual en todos lados, nadie se metió con nadie, amabilidad y caballerosidad digna de orcos paladines por todos lados. Otro motivo más para disfrutar tranquilo y contento del espectáculo. Cómo es el metalero chileno? Para los que conozcan a los metaleros argentinos, les puedo decir que son muy similares, sólo que no tienen esa euforia que termina cansando, sino que alientan, corean, saltan y poguean sin traspasar los límites geográficos ni molestar a los que están en una distinta (3). Un lujo la verdad. Ah! Y muy organizados a la hora de armar un mosh pit. No sé si fue una casualidad de la vida pero lo confirmaré en el próximo toque al que vaya (Amorphis, según el calendario).-

Otra cosa más a destacar fue la cantidad de remeras de COB que había. Aparentemente tiene fuerza la banda acá o hay mucha más gente, de cualquier manera estuvo bien ver un toque con la casi total ausencia de turistas (incluso hay un hate crew aquí en Chile, una cosa loca).-

(1) Este tema no fue fácil porque además el lugar del toque fue cambiado 2 veces, ya que en un principio había sido organizado para ser en el teatro Caupolicán, pero luego lo cambiaron para el club chocolate (nombre muy poco apropiado para una banda como COB) porque iban a organizar en el Caupolicán un festival de bandas muy maracas donde la adoración fálica prima entre los temas de las letras de lo que llaman canciones (típicas bandas que le gustan a Julito), festival éste que fue suspendido por una súbita escasez de rímel y fue aprovechada esta suspensión por los organizadores para hacer volver a COB al Caupolicán (dado que no hubo escasez de acondicionador de cabello).-
(2) Nota aparte: En Santiago es bajo el porcentaje de fumadores, no sé si es por el smog o qué, pero uno no ve tanto fumador como esperaría ver.-
(3) Prueba de todo esto fue que perdí la tarjeta del metro en medio del toque y al percatarme de ello la comencé a buscar por los lugares en los que había estado y la encontré en un lugar en el que había estado al principio (o sea, que nadie la había tomado para sí).-

2 comentarios:

Manso dijo...

Excelentes fotos, parece haber sido un gran toque (no corriste con la misma suerte que los que nos quedamos acá) y todavía presenciaste un mosh pit!!! cosa poco común por estos lados. Gracias por la mención especial, sin duda que caminar con jr es bastante menos extremo. Se te va a extrañar para Amon Amarth, Opeth, Exodus y Sepultura, no así para Amorphis que no confirmó lpm.

Abrazo! \m/

Draco dijo...

Trataré de meter Amorphis por acá e ir como corresponsal de guerra. Espero mejorar la calidad de las fotos (llevaré la cámara y no el cel que se le complica a lo oscuro).-
Lo del mosh pit me hizo sentir un pueblerino, la verdad, porque lo miré más que a COB, pero me chupo un huevo y lo disfruté desde al lado (no soy tan joven como para entrar) como se puede ver en las fotos.-