domingo, 25 de diciembre de 2011

Bienvenidos a Chile (la odisea en Extranjería)

El tercer día en Chile fue un día dedicado a los trámites. Fue un día aburrido y ni siquiera hay fotos ni videos para mostrar, pero dado que me he comprometido a seguir un orden cronológico de la historia, va esta entrada del día Martes.-

Nos levantamos temprano con mi señora y nos fuimos a Extranjería a pelearnos para obtener la visa definitiva, antecedentes y el RUT (el documento de identidad). Es de destacar que mi mujer aceleró los trámites a niveles insospechados, ya que en un mes realizó los trámites sin siquiera tener pasaporte del país (1), enviando mails y llamando a cada rato para preguntar el estado de los papeles, cosas que al parecer efectivamente aceleraron los mismos.-

Una vez en extranjería, previo metro hasta el centro (el centro de Santiago es un hervidero de gente y uno tiene que ir mentalizado a que hay mucha, pero mucha gente), pedimos número y hora y media después estábamos en un mostrador donde quien nos atendió no estaba muy al tanto del estado del trámite que queríamos hacer y cuando la discusión empezó a calentarse nos ofreció hablar con el encargado y, dadas nuestras experiencias en nuestro país de origen, decidimos que no era necesario llevarlo a tal extremo y al preguntarle si sería posible con el trámite en nuestro estado obtener un RUT temporal nos indicó que fuéramos a hacer el trámite en nuestra comuna (o sea, Providencia). Por suerte, mi mujer pidió en informes la dirección central (que era la más cercana) para hacer el trámite y (previa discusión con el de informes) nos dirigimos hacia allí.-

Quince cuadras al sol más tarde nos encontrábamos nuevamente ante una ventanilla de informes donde, por suerte, el informador estaba muy al tanto de todo lo que podía pasar en cuanto a trámites se refería y, amablemente nos indicó que estábamos hablando pavadas y no existía, ni había existido jamás algo así como un RUT temporal, así que munidos del flujo que debíamos seguir para tener un RUT nos dirigimos nuevamente a Extranjería (previas quince soleadas cuadras).-

Como nota de color aparte, ese día se estaban poniendo a la venta las entradas para la final en el estadio nacional de Santiago (por más referencias el Julio Martínez, donde la selección de Chile ha comido y comerá de la mano de tantos otros seleccionados) de la final de la copa sudamericana (la copa de segunda categoría de América del Sur). Dado que era la primera final continental donde participaba la Universidad de Chile se podrán imaginar las colas de dos cuadras que había y, los disturbios que se armaron, que luego vi por televisión donde además los carabineros hicieron un simpático y democrático reparto de golpes en más de un lugar donde los hinchas de la U arrasaron alegremente con los locales de venta. Lamentablemente no pude ver ni uno ni lo otro, siempre que pasamos por una fila de hinchas estaban cantando y saltando bajo la atenta mirada de dos o tres guardianes del orden.-

Nuevamente en el punto de comienzo del día, pero tres horas más tarde que al inicio, mi señora le indicó con una delicada agresividad a quien repartía números en ese momento (distinto al que había al principio del día) que quería hablar con el encargado o se quemaba todo, a lo que obtuvo por respuesta una amabilidad sorprendente y un pase para ver al encargado, a lo que accedimos media hora más tarde y, ante nuestra sorpresa era quien nos había dado el pase en primera instancia. El resumen de la reunión de diez minutos que tuvimos fue que aceleramos el trámite para el otro día y un ticket para pagar y dejar todo listo para el día siguiente.-

Vale aclarar que toda esta locura por acelerar los trámites era porque si bien mi mujer había cambiado de trabajo (si, renunció a su primer trabajo a las dos semanas de estar en Chile) por uno mucho mejor, tenía la condicionante de que debía tener un RUT para ingresar a la nueva compañía o sino … creo que la mataban o algo así.-

Luego de esta locura y agradeciendo mi condición de mantenido (2) volvimos al dormitorio transitorio donde ahí sí me dediqué a roncar a pata suelta luego de contener la histeria de ese día de la mejor manera posible.-

Más tarde y durante el paseo vespertino llamamos para averiguar en que seguía el tema del apartamento y fue en ese preciso instante que nos enteramos que el dueño estaba en Chicago y que aún no había respondido el mail, lo cual nos hizo ponernos en guardia nuevamente con este tema y volver a mirar apartamentos y coordinar citas para el día siguiente.-

Y eso fue todo por ese día; nada demasiado emocionante, pero fue un día de alivio para el tema trámites/nuevo trabajo y para ir tomando conciencia del tamaño de Santiago y de los trámites que debería hacer en un futuro.-

(1) Dado que tiene ciudadanía española pensó que con el pasaporte de la comunidad le iba a ser todo más fácil … craso error, tuvo que ir al consulado, donde le negaron el pasaporte porque no tenían sistema, salvo que mandara una carta pletórica de llanto, cosa que hizo y de esta manera obtuvo un pasaporte artesanal (está escrito a mano).-
(2) Mi condición de mantenido me da el tiempo suficiente como para llevar tranquilo el trámite de la visa de trabajo, por lo que el día Lunes anterior envié por correo mi solicitud, lo cual me da tranquilidad, aunque tengo sí o sí un pasaje obligado por Extranjería.-

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