martes, 27 de diciembre de 2011

La peregrinación al cerro

Ese precioso domingo que comenzó al mediodía (luego de un merecido descanso) encaramos el paseo a la cumbre de Santiago, el Cerro San Cristóbal. Así que después de un almuerzo ligero nos enfrentamos al calor de la tarde y haciendo la ya conocida combinación bus – metro salimos al camino previo al cerro.-

Una cosa buena de la ida al cerro es que una vez fuera de la estación del metro hay que ser muy nabo para perderse. Como prueba de esto adjunto una foto sacada desde el costado de una Universidad (donde estaban preparando un concierto de música clásica) a dos cuadras de la parada del metro:



Tomamos la avenida que iba en esa dirección (tratando de ir bajo la sombra siempre) y una vez en la falda del cerro comenzamos el ascenso lo cual relataré con la ayuda de las fotos. La primera foto nada tiene que ver con el cerro, había gente paseando una llama justo a la entrada y le saqué una foto; lo gracioso fue que apenas alcé el celular el niño me dijo repetidas veces "uan foto, uan dolar"(por suerte tengo WP7 y la foto salió antes de que pudieran decir "uan"):



Obviamente el ascenso al cerro no iba a ser a pie, el sol estaba muy fuerte y no me había disfrazado de joven, así que fuimos derechito al funicular (funiculí - funiculááá) cuyo puesto en la base es una especie de castillito con la palabra "Funicular" como para que uno no se equivoque:



Una vez dentro y abonado el pasaje hicimos la considerable cola (por suerte los vehículos son grandes y subimos en la segunda cargada de gente) para subirnos a esto:



Una vez en el vagoncito miramos hacia arriba y nos felicitamos con mi mujer por la muy sabia decisión de no subir a pie (fíjense que no se ve el final del recorrido):



Foto sacada a mitad del ascenso en la parada del zoológico del Cerro:



Mismo lugar que la foto anterior, pero enfocando hacia arriba. Nótese que baja el otro funicular y el lugar donde se separan las vías:



Una vez arriba y dada la cercanía del cumpleaños del hijo del barba (que también es su padre y también es el espíritu de su abuelo … están locos estos cristianos) había un pesebre de madera que valió la pena para sacarle unas fotos:



Nótese en esta foto la ausencia del bebé en la cuna denotando un estricto apego al calendario (nótese también el gesto de "así era el ojo" del pastor que está detrás):



Vista de la virgen desde el pesebre:



Iglesia a mitad de camino hacia la cumbre (1):



Interior de la iglesia, donde nos quedamos un ratito (porque estaba fresquito no por una repentina devoción religiosa):



Detalle del pesebre y el bajo relieve:



Llegamos! Nos recibió la virgen con su eterno gesto de "Yo no robé el poncho":



Una vez arriba y antes de derretirme intenté dejar grabado la impresionante vista que hay desde al lado de la virgen (que, dicho sea de paso, no miré para adentro del cuchitril que tenía bajo ella, pero todos llegaban y miraban … estaría Wally, calculo). Nótese que es mismo que plano Santiago y que los domingos se podría decir que no hay smog:



Una vez que consideramos que nos habíamos hartado de la vista, comenzamos el descenso a pie. Nótese al fonde de la foto el súper edificio, el cual pareciera querer alcanzar la altura del cerro. Increíblemente este edificio soportó el sismo del 2010 mientras lo estaban construyendo, así que, aunque parezca que no, es antisísmico el loco viejo:



Toma de Santiago desde un ángulo que no se veía desde la cumbre (nótese la altura del súper edificio en comparación al resto):



En esta foto se ve mi casa:



El descenso a pie, aunque muy lindo y pintoresco, no fue todo lo confortable que uno se imaginaba ya que el sol no aflojó en ningún momento y en algunos lados el camino estaba cerrado por los derrumbes y hubo que pasar por entre las rocas sueltas. Igualmente es recomendable para cualquiera que se de una vuelta por Santiago, aunque es más recomendable hacerlo de mañana.-

Y eso fue lo destacable de ese domingo. Una vez abajo nos dirigimos a un supermercado grande cerca del cerro (que antes de salir de casa habíamos tenido la precaución de ubicar en el mapa) y logramos comprar un artículo de primera necesidad que me estaba haciendo falta: Yerba mate. Brasilera, fuerte, de medio kilo, pero para mi era la mejor del mundo en ese momento.-

El día terminó con la primer comida casera en el apartamento. Una pizza que me mandé que, modestia aparte, era para aplaudir de pie.-

(1) Nuevamente noten como se debe evitar decir la palabra "pico" usando todo sinónimo disponible.-

No hay comentarios.: