lunes, 26 de diciembre de 2011

Hogar, Dulce Hogar

El día D+1, o sea, el día en que uno se organiza luego de haber desembarcado y, en nuestro caso, lo primero era levantarse temprano e ir a la notaría, esperando que 'tuviera y no como su nombre indicaba (turum-tum-pish).-

Una vez en la dirección indicada por doña Nancy y munidos de los certificados y fotocopias que dijimos que íbamos a presentar nos encontramos con doña Nancy y nuestra garante que ya estaba allí. Lo ocurrido dentro todavía me asombra; el lugar parecía una oficina de esas en las que uno va a pedir que sellen un papel y sigue, así de ágil era. En el local había unas sillas para esperar, un mostrador largo que separaba todo el ambiente y un dispensador donde uno sacaba número para ser atendido. Una vez que sacamos número no pasaron tres minutos hasta que nos atendieron, nos pidieron el contrato (el cual doña Nancy nos había enviado anteriormente por mail para nuestra lectura y tranquilidad), los certificados, fotocopias y demás y la empleada del mostrador se llevó todo esto a donde el notario estaba (oculto en su oficina) y a los 5 minutos volvió con todo sellado y sólo restaba que las partes firmaran y colocaran su pulgar (costumbre para casi todo papel aquí) y listo, ya éramos los inquilinos oficiales por todo un año.-

Luego de esto salimos en un taxi los cuatro hacia el apartamento y creo que recién me di cuenta que verdaderamente había sido todo tan rápido y que éramos realmente los inquilinos cuando se terminó el inventario del lugar y hubo que cancelar (1) el primer mes, el mes de garantía y la comisión de doña Nancy. Digamos que era un monto importante como para despabilar al más mareado (aunque el mes de garantía volvería cuando abandonáramos el departamento sumó al precioso monto que hubo que gatillar allí).-

Finalmente, cuando doña Nancy se fue con la lista para confeccionar el inventario y quedamos solos con mi mujer, nos dimos cuenta que ya teníamos un hogar, dulce hogar, y que las cosas verdaderamente no podían ir mejor. Habíamos planificado, sacado cuentas, medido los ahorros, tomado tiempos, balanceado los riesgos que estábamos dispuestos a tomar y, sin lugar a ninguna duda, todo el plan nos estaba saliendo de la mejor manera posible. Mi señora con un trabajo excelente y en el tiempo planificado, un apartamento amueblado y listo para habitar en menos de una semana desde mi llegada … creo que no falta aclarar que pasé varios días mirando muchas veces antes de cruzar una calle porque según la ley de las compensaciones lo más probable es que un yeti me violara o algo así.-

Ya repuestos del golpe de euforia, un estado poco común en mí y que me tenía muy descolocado (me sentí tentado a leer un diario de mi país natal para bajar las revoluciones, pero un cambio tan abrupto de euforia a depresión puede matar o dejar parapléjico a cualquiera) fuimos a almorzar por última vez a la casa de nuestra anfitriona.-

Luego del almuerzo y, dada mi situación de freelancer (por no decir "vago con conexión a internet") solicitamos en la sobremesa una conexión a VTR por medio de su sitio. Hecho esto decidimos con la mujer de mi vida, con la cual ya teníamos un apartamento en plena comuna jardín de Providencia, en un edificio con un precioso jardín, parrillero grande (sin quemador, claro, es a carbón) y una piscina más que decente, salir a caminar para hacer la digestión y comprarle un regalo para la hija de un amigo que tenía menos de una semana de nacida (aprovechando además, que mi mujer se iba al día siguiente a terminar trámites en nuestro país de origen).-

Dado que era Viernes de tarde y no estábamos como para ir a un gran mall, nos quedamos en la tienda parís de Providencia (una tienda departamental, de las que abundan en Santiago) y la verdad, son grandes las cosas esas, hay de todo y adjunto pruebas que lo confirman:





En esa tienda departamental, sin estar en un mall, había una repisa dedicada casi en exclusividad a los bicharracos de los angry birds. Ni hablar de los juegos de mesa, los nerf (baratos y que tientan pila … el primero que venga de visita en casa no va a poder dormir sabiendo que puedo tener un nerf en casa), muñecos de acción, consolas e infinidad de etcéteras como éstos:



Que seguramente a mi amigo González lo tienten como para tener al menos uno en alguna repisa de su casa (junto a un montoncito de arena, claro, para probar su utilidad).-

Finalmente y luego de un minucioso paseo por la parte de juguetes no vimos nada apropiado para una niña recién nacida, por lo que nos decidimos por comprarle ropa para el invierno cuando tuviera 6 meses (ya que supusimos que el rubro ropa de verano y recién nacido estaría completo). Igualmente antes de irnos de la juguetería vi un anuncio que me hizo acordar también a mi amigo González, ya que veo que las jugueterías chilenas están preparadas para su arribo (aunque me imagino que igual se subiría a la mini-retro):



Luego del paseo de compras nos dedicamos a armar las valijas para una mudanza de dos cuadras, la que realizamos sin demasiados inconvenientes, ya que todas las valijas tenían rueditas y fueron todas usadas para el traslado de porquerías. Ahí uno se da cuenta de la enormidad de cosas que fueron en el par de viajes de avión, incluyendo las ollas, PC, ropa, sábanas, toallas (2) y un larguísimo etcétera que daba impresión de verlo (3).-

Después del largo viaje de dos cuadras y mientras desempacábamos los básico nos sorprendió gratamente el llamado de la gente del cable/internet, preguntándonos si podían grabar la llamada para ya gestionar el contrato. Una vez aceptada la grabación nos tomaron los datos y quedó todo pronto para que el domingo de tarde fueran a realizar la instalación. Por suerte estaba cansado y algo acostumbrado así que no me sorprendió tanto la agilidad y simpleza de las cosas aquí.-

Ya instalados y mientras realizábamos una evaluación de las tareas inmediatas a llevar a cabo en el nuevo hogar nos invitaron a un asado esa misma noche (en realidad invitaron a mi mujer y yo iba cual rémora), al cual accedimos a ir luego de un reparador baño (4).-

La verdad que he de admitir que fue un buen asado, no hecho con la carne a la que uno está acostumbrado (un corte se llamaba "malaya" para que se hagan una idea), pero bueno al fin, donde la compañía fue buena, la charla entretenida y la cerveza abundante. Raro de ver un parrillero sin quemador y comer un asado hecho a carbón únicamente, pero remedeó bien, la verdad y me fui gratamente sorprendido.-

La jornada fue larga y uno terminó cansado pero contento. Seguramente no haya entradas tan largas, pero espero que sirva a más de uno para comprender la agilidad de las cosas y las nulas ganas de volver que tanto mi mujer como yo teníamos y tenemos en este momento. También, como se darán cuenta, es la quinta entrada consecutiva del día de hoy, que fue de esos días poco productivos en cuanto a actividades, pero prolíficos en cuanto a redacción. No creo que se repita, sólo un día al año es navidad.-

(1) Cuando aquí les pregunten cómo desea "cancelar" algo no le están preguntando si uno ha decidido retirar su intención de adquirir algo sino que le están preguntando cómo desea pagar, o sea el "cancelar la deuda" no el hecho de "cancelar la compra". Cuesta pero uno se acostumbra rápido.-
(2) Aunque muchos se preguntarán por qué nos llevamos tanta cosa que se podía adquirir en Chile, la respuesta es siempre la misma, para poder ocupar un hogar lo más rápido posible (dudo que alguien pueda batir el tiempo que pusimos) y para abaratar costos (la PC y las ollas valen un buen dinero si se suman).-
(3) Nuevamente agradezco a Pablo y Héctor por el préstamo de valijas que en esa tarde de mudanza volví a agradecer.-
(4) La nueva casa, además de contar con dos dormitorios, cuenta con dos baños, lo que aproveché para que cada uno de nosotros usara uno y solamente uno para que reine la paz y la armonía en el hogar (los hombres casados sabrán entender).-

No hay comentarios.: